CÓPULA FEMORAL
- wendymarzu
- 26 oct 2016
- 4 Min. de lectura
Es indudable que uno de los más grandes placeres que tiene el ser humano, es el de disfrutar plenamente del sexo o, mejor dicho, del acto sexual. Ese placer que se experimenta en cada célula de nuestro cuerpo al momento en que tenemos sexo con otra persona es tan especial que, todos los seres humanos lo disfrutamos cualquiera que sea nuestra preferencia sexual, todos lo experimentamos de diferente manera y esa sensación de gusto y placer varia al momento de cambiar de pareja.

No hay un coito igual a otro, aunque se realice con la misma pareja, en el mismo lugar y en la misma postura. Y eso es sin duda alguna lo que hace que gocemos tanto del sexo.
Lo que muchas mujeres casadas llaman “rutina sexual” no es que sus coitos sean todos iguales, más bien es que estos se realizan de manera mecánica, más por cumplir que por deseo, más por costumbre que por pasión y eso es lo que aniquila cualquier relación.
Y precisamente, para todos aquellos que están cayendo en una rutina sexual y que desean con toda su alma salir de ella, les presentamos una manera diferente de gozar plenamente del sexo.
Aunque el coito se realiza pene/vagina, la creatividad de las personas ha podido convertir la relación sexual en un catálogo infinito de posibilidades. Para un amante creativo, todas y cada una de las partes del cuerpo son un punto para dar y recibir placer, por lo que las variaciones en el transcurso de una fórmula de cópula poco utilizada y que tienen una gran cantidad de sensaciones nuevas para la pareja, es la llamada cópula femoral, también conocida como el raspadito.
Recibe este nombre el encuentro sexual en donde no existe penetración, sino que el pene es aprisionado entre los muslos de la mujer, lo más cerca posible de la vulva, de modo que éste frote los labios vaginales. O cuando el falo es reposado completamente en la zona púbica y ahí comienza a restregarse, estimulando con esos roces al clítoris (esto viene siendo como una masturbación).
Esta práctica era bastante común para evitar la ruptura del himen o como una manera de evitar el embarazo. Hoy en día existen personas que lo realizan con el mismo fin y otras con el propósito de gozar las variedades sexuales.

De todas las formas alternas de la relación sexual, la cópula femoral es la que más se asemeja al coito pene/vagina, tanto por la manera como la pareja se acomoda, como por las sensaciones que produce. Es posible en cualquier posición que permita a la mujer apretar fuertemente los muslos. Además, no se requiere de la completa desnudez, la pareja puede agasajarse con la ropa interior puesta (de preferencia la mujer) y entre más ajustada mejor. A diferencia del coito vaginal, esta variante estimula simultáneamente los labios, clítoris y la zona anal, haciendo que el número de sensaciones se multiplique.
Para el hombre, la ventaja principal está en que, el resultado de sentir rico, depende de la presión de los muslos de la mujer. Esta acción puede variar mucho y complacer el gusto del más exigente (los músculos de la vagina logran también este mismo efecto, pero necesitan un grado de control, que muy pocas mujeres alcanzan, por lo que el uso de los muslos es buen sustituto).
Cabe advertir que para el hombre toda relación sexual seca, puede llegar a ser molesta. Aunque no necesariamente es una relación seca, ya que el liquido lubricante de la vagina de la mujer ayuda a que el pene se deslice mejor entre los labios mayores.
Por otra parte, para lograr un nivel adecuado de excitación y estimulación en la mujer, el contacto con la vulva debe ser constante, ya que hay muchas probabilidades (si no se maneja bien la situación) de que la calentura se pierda en el transcurso de la relación.
También en ella existe la posibilidad de irritación si el coito dura demasiado tiempo. Pero como la imaginación es chingona, cualquier persona cachorrona e ingeniosa, descubrirá que estos problemas pueden solucionarse al no prolongar demasiado el acto, usando algún lubricante de base acuosa o una aplicación de saliva, con lo que la practica ganará mucho en lo que a placer se refiere.

¿Cómo se puede realizar un acto de este tipo? Parece rara la invitación a coger con un fémur (hueso del muslo), pero no se debe guiar por el nombre única y exclusivamente. Pensar con detenimiento hará descubrir que lo importante es lo que se restregá y quien se restregá entre los muslos, mientras que la mujer recibe su buena sobada, tanto en las nalgas como en la vagina. Debe quedar claro que no se está hablando de una penetración, sino de una especie de aprisionamiento del pene. Este agasajo puede llevarse a cabo en cualquier postura de las utilizadas para el coito vaginal.
Para intentarlo por primera vez, es recomendable que el pene sea restregado en el trasero de su compañera, ya sea que ambos reposen sobre su costado o que ella se coloque a gatas. Con las piernas abiertas, ella permitirá que su pareja empiece a estimularla, para que después le coloque la virilidad entre los muslos lo más pegado posible a la vulva, para asegurar un frotamiento adecuado. Es ese momento cuando ella puede cerrar las piernas y dejar que el miembro se aprisione entre los muslos. El varón debe indicar el grado de presión ya que, si es excesivo, impedirá los movimientos; mientras que, si es muy leve, no excitará lo suficiente.
Una vez que se dominen estas formas, pueden buscarse variaciones con otras posturas: De pie, ella arriba, el misionero o el límite que su imaginación dicte. Es real que en la cópula femoral se está más limitado que en las posturas tradicionales y que se tienen más opciones en el sexo oral o anal. Sin embargo, este tipo de relación, a veces poco utilizada, viene a ser una buena forma para aquellas personas que buscan nuevas fuentes de placer. Es, por otra parte, una excelente opción en el caso de que se quiera evitar un embarazo o durante la menstruación si ella utiliza un tampón mientras se realiza.

Es tan accesible y practicable que sin duda alguna muchos de nuestros lectores ya la han puesto en práctica o por lo menos alguna vez en el transcurso de sus vidas sexuales han realizado una cópula similar. De cualquier manera, se les recomienda grandemente y se les desea que la disfruten plenamente.
El practicarla no les ocasiona ningún daño, ningún mal y si pueden obtener muchos beneficios si logran manejarla adecuadamente. Suerte.
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