Como hacerle el amor a un Sagitario

Sagitario respeta las normas mediante una conducta justa y sobria. Resulta apasionado, presto a los cambios, aficionado al riesgo, a las actividades lúdicas y a los viajes, donde alimenta la apetencia de novedades al entablar vínculos con personas de pueblos y costumbres diferentes.

Valora la reputación y la admiración, pero también puede ser inconformista, poco metódico y con la mente veleidosa. Sin embargo, por lo general, acostumbra a mostrar una conducta alegre y apacible.

El rasgo más notable de Sagitario es que suele hablar más de la cuenta y a destiempo. No lo hace con mala intención, ni con afán de molestar, Sagitario es así, crudamente sincero, por lo que es frecuente que hiera a los demás.

La amalgama de listeza, recursos e ímpetu resulta una combinación que proporciona al nacido bajo el signo de Sagitario un potencial magnífico para obtener notables triunfos en la vida. No entiende que a menudo no hace falta mentir, sino decir las cosas con más respeto, delicadeza y tacto.

Le excita librarse del peligro en el último momento, cuando todo parece perdido. Es generalmente afectuoso y siempre está dispuesto a echar una mano a los amigos.

Es una persona extrovertida, que dice las cosas directamente. No es bueno enemistarse con Sagitario dado que, si se siente atacado, la respuesta será beligerante y contundente.

Solo cuando entra en la edad adulta encaja de buen grado las obligaciones y responsabilidades de la vida. Vive con el convencimiento de que cada día es una oportunidad para mejorar el anterior.

Es propenso al romance y a las aventuras apasionadas, pero si alguien le sugiere un compromiso, se para y, tras sopesar pros y contras, a menudo rompe el vínculo.

No es buen guardián de confidencias, más bien todo lo contrario.

Para Iniciar:

Si usted se le va a entregar a un Sagitario, en la intimidad debe saber que por ser un signo de Fuego, se encienden con mucha facilidad además gustan de la variedad en el sexo y disfrutan enormemente con una pareja complaciente y dispuesta a volar con ellos por el cielo del placer y la lujuria. Así que usted aproveche esto y verá los resultados.

El Beso Polaco:

Si quiere sorprenderlo y mostrarle todo lo que está dispuesta a hacer por él, comience por desnudarlo lentamente, acariciando cada parte de su cuerpo, de modo especial sus nalgas, luego recuéstelo y en la cama boca arriba, con las piernas abiertas y con las plantas de los pies sobre el colchón. Comience por sujetarle el tolete y con su boca recórralo por todos sus contornos utilizando la lengua y los labios, luego métase lo más que pueda del pene en su boca. Chupe una y otra vez hasta que note que él ya se encuentra en el punto preciso, entonces, con sus labios recorra los testículos, chupe y lama lo más que pueda, siga descendiendo y llegue hasta el chiquito en donde con la punta de la lengua deberá recorrer todos los pliegues, picotee un poco con su lengua y no deje de subir y bajar su mano sobre el endurecido miembro.

Lo que hace la Mano hace la Tras:

Sin perder el contacto de su boca con su cicirisco, vaya rotando hacia la derecha hasta quedar colocada sobre de él, con su vagina apuntando hacia la nariz de él, en ese momento introduzca la primera falange de su dedo en el recto de su Sagitario y le aseguro que la sorprenderán los resultados, él le corresponderá plenamente a cada caricia que usted le realice, Así que es su oportunidad para realizar todo lo que se le ocurra o que haya deseado hacer con el miembro, testículos y chiquito de su amante.

Desatando a la Fiera:

Siendo el Sagitario, mitad hombre mitad bestia, incítelo a que desborde esa fiera en celo que hay en su amante para tal acción, colóquese en cuatro patas sobre la cama, empinando bien sus nalgas y pidiéndole a él que se ponga de pie y medio sentado se la ensarte. Usted debe ayudarlo levantando lo más que pueda sus nalgas y él hará una media sentadilla para llegar al sitio perfecto donde la penetrará. Él deberá llevar todo el ritmo, pero usted puede ayudarle moviendo su cadera en círculos.

El Punto Final:

Sin romper el contacto, jale un cojín y colóquelo bajo su vientre, tiéndase en él, su cadera continuará levantada y él podrá empujar con mayor fuerza, ahora su Sagitario podrá sentarse más o ponerse de rodillas para que juntos puedan alcanzar la cúspide suprema de su pasión. Mientras él se mueve seguramente le acariciará los pechos, las nalgas y el pubis, el placer será para ambos.