Como hacerle el amor a una Piscis
- wendymarzu
- 2 oct 2016
- 4 Min. de lectura

La Piscis es soñadora en la vida y en la cama también. Necesita rodearse de fantasía, de un entorno mágico de romanticismo y sensualidad, por lo que el ambiente del dormitorio es fundamental para que disfrute plenamente del sexo. Su tendencia a las ensoñaciones puede acabar en frustración si la magia del sueño se desvanece antes de tiempo.
Le gustan los amantes cuidadosos, detallistas y que se tomen su tiempo para recrear el universo en el que la Piscis se sienta cómoda. Las relaciones sexuales para la Piscis pasan por sentirse confiada con un hombre que sea capaz de sacar a la luz su lado más sentimental.
Para despertar la pasión de la Piscis el agua, sus fluidas y misteriosas profundidades harán que el signo del pez recuerde su yo profundo, despojándola inmediatamente de casi todas sus inhibiciones.
Hacer el amor junto al mar, o dentro de él, mientras las olas azotan suavemente su cuerpo, es el sueño amoroso de Piscis. O en climas más fríos, pasar un fin de semana en un hotel de la costa, mientras las olas, en el malecón, rompen contra las piedras. Si está en su casa, siempre puede escuchar una grabación con el ruido del mar. Una cama de agua o un jacuzzi compartido también son elementos indispensables para sus proyectos de placer.

Compartir la ducha con su amante, disfrutando del contacto resbaladizo de la piel enjabonada y de la fuerte presión del agua que produce un cosquilleo de placer. Después, dedicar tiempo al centro sexual de Piscis: los pies, mientras los dedos describen firmes círculos sobre la planta, y el pulgar presiona suavemente los huesos del empeine.
Muy pronto, todo su cuerpo se sentirá atravesado por dardos de un placer exquisito, relajándolo. La relajación es la clave del éxtasis total para Piscis, algo que no puede lograrse si usted no se concede el derecho de recibir placer tanto como de darlo, sin que lo acosen los sentimientos de culpa.
Conforme el deseo aumenta, los dedos recorren todo el cuerpo, la curva del tobillo, la suave piel del interior de los muslos, la opulencia de la carne, el hipersensible interior de los brazos, mientras la lengua describe suavemente círculos diminutos en otros rincones, y los besos, que empiezan con ternura, se vuelven más y más anhelantes…
A la nativa de Piscis también le gustan las fotos y las películas eróticas, especialmente si su pareja se sienta en el extremo opuesto de la habitación y se prohíben tocarse o besarse hasta el final de la película, lo cual multiplica por dos el deseo de abrazar al otro.
La intriga y el misterio son ingredientes que también excitan a Piscis. Usted adora una «búsqueda del tesoro» erótica, con pistas desperdigadas por la casa donde se le dice de qué ropas debe despojarse o dónde debe buscar algunos juguetes sexuales. A la Piscis le complace experimentar y rara vez dice que no a cualquier juego nuevo.

Para Desquiciarla:
En la intimidad invítela a ver una película erótica o XXX, cuando este más entretenida con la cinta, usted comience a masturbarse, le aseguro que eso la pondrá realmente encendida, luego pídale que lo masturbe ella y dispóngase a gozar como pocas veces lo ha hecho en su vida. Cuando la vea que está completamente entretenida con su trabajo manual, incítela a que se la meta en la boca y comience a trabajar con su boca pero sin dejar sus manos fuera.
Caricias De Mariposa:
De pronto sepárela de su miembro y recuéstela en la cama boca arriba, con una mascada de seda o algún material parecido comience a recorrer su rostro, sus senos, su vientre, sus muslos, una y otra vez, pero sin tocar sus genitales, cuando vea que los pezones de ella están endurecidos, meta la mascada entre los muslos de ella y como si estuviera boleando sus zapatos, agítela con firmeza y cuando vea que la mascada se moja, es clara señal de que ha llegado el momento de poseerla como lo ha deseado desde que la convenció.

La del Palo Encebado:
Es el momento de que usted se recueste en la cama boca arriba, con las piernas encogidas y abiertas, invítela a que se monte, pero con cara y vientre hacia su pierna izquierda, dando la espalda a su pierna derecha, ella debe abrazarlo por la rodilla y comenzar a moverse raspando, usted empuje hacia arriba y hacia abajo, acaricie sus nalgas y trate de introducirle un dedo en el chiquito. Su Pisciana estará tan enardecida que aceptará todo lo que usted desee hacerle.
Arriba y Abajo:
Y ya encarrerados, sin desenfundar el arma amatoria, dele la vuelta para colocarla frente a usted, solo que ella debe tener los pies estirados, estos los colocará bajo los brazos de usted, sujétela por las manos y estire sus piernas, comience a jalarla para que raspe su vulva sobre su miembro, luego levántese y tiéndala en la cama sobre su espalda, sígase moviendo sin soltarla de las manos, ella queda acostada en medio de sus pantorrillas con sus piernas sobre las de usted por lo que le resulta fácil moverse, una vez que le hayan agarrado sabor a la postura, tiéndase de espaldas en la cama y jálela por las manos para que vuelvan a la postura inicial, así pueden estar moviéndose por un buen tiempo hasta que ella quede sentada sobre de usted, montada como amazona, con las rodillas sobre la cama y sus manos libres, usted puede ahora acariciar sus pechos y su vulva la cual puede sobar para masturbarla mientras la penetra y se mueve de abajo hacia arriba con vigor, ella puede rotar sus caderas, eso hará que sus orgasmos se presenten pronto.

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