Como hacerle el amor a un Virgo
- wendymarzu
- 2 sept 2016
- 4 Min. de lectura

A los Virgo les gusta seguir instrucciones, quítaselas y les dará un ataque de pánico. Tienen paciencia e inspiración en todas las creaciones. A veces se preguntarán por qué no son capaces de mantener interesada a su amante. El problema es su temor por lo desconocido; de lo cual se desprende su recelo ante la sexualidad y el amor; dos misterios aún no develados por la humanidad. Quiere escapar de ese caos que es amar y entonces, es donde lo percibimos frío y nada romántico. Al desatar su sensualidad, te mostrará la otra cara. Su sexualidad es profunda y sensual y su sensibilidad y delicadeza le permiten darse cuenta de las necesidades de la otra de una manera muy precisa. El problema, siempre, es liberar ese lado sensual. Ellos toman mucho tiempo para calentarse. Probablemente verdad, porque tienen miedo de lo caótico y lo desconocido. La pasión es algo que realmente no puede ser definido.
Para Iniciar:
Si usted se le va a entregar a un Virgo, en la intimidad debe saber que Son tímidos e introvertidos, gustan No se entrega hasta que no se encuentra totalmente identificado con su pareja, y no reacciona sexualmente por el simple hecho del placer. La felicidad de su pareja es más importante que la suya propia, pero cuando se juntan esas condiciones es un amante fogoso y complaciente. Así que usted debe tomar la iniciativa y debe hacerlo en un lugar donde él se sienta seguro y sin sobresaltos sobre todo en donde sepa que no los van a sorprender o a interrumpir.

Convenciendo al “Virgencito”:
Ahora usted tendrá que tomar el papel de seductora, sí, aunque parezca difícil de creer, ese muchacho amable, gentil y pulcramente arreglado, necesita que le den un buen “empujón” para entrar en acción, por eso le diré que su punto erótico más efectivo es el “estómago”, sí, pero justo entre el ombligo y el pubis, unas caricias en este sitio y lo pondrá a volar en el paraíso de los cachondos. Eso sí, las caricias deben ir acompañadas de besos en la boca y palabras amorosas.
Desatando al “Demonio”.
Ese “virgencito” tímido e introvertido se convertirá en el demonio de la lujuria si después de besarlo y acariciarle el estomago lo sujeta firmemente del miembro y comienza a hacerle una rica puñeta mientras usted se desnuda y le muestra sus encantos. Luego debe tenderlo de espaldas en la cama y montarse sobre de él colocándole la papaya en la boca, procurando quedar con las nalgas hacia la barbilla de su Leo. Aquí debo darle otro consejo, como el virgo es escrupulosamente limpio y extremadamente susceptible a los olores, para aumentar el “poder erótico” de su sexo, procure emplear un perfume intimo. Cuando ya esté sobre de él comience a mover su cadera de manera pendular, embarrando su sexo sobre la boca y nariz de él.

Entre el Bien y el Mal:
Una vez que él le haya dado un rico tratamiento con la boca y labios, tiéndase hacia su lado derecho llevándose la cabeza de su virgo entre sus muslos, luego sujételo por las orejas y jálelo hasta emparejar sus cuerpos, usted debe sacar sus piernas y mientras él queda de lado hacia usted, usted debe levantar sus muslos por sobre los de él para que la penetre. En esta postura él podrá mamarle una de las tetas y acariciarle la otra mientras que sus testículos chocan contra sus nalgas, puede ayudarlo moviendo sus caderas hacia arriba y hacía abajo mientras él empuja y retrocede.
Calcinándose en su Fuego:
Cuando el movimiento sea uniforme y parejo, vuelva a girar sobre su izquierda para quedar de espaldas a él. Eso enloquecerá al “virgencito” ya que podrá disfrutar de su trasero libremente y además sin el temor a que lo vean desbordar toda su lujuria, entonces notara el cambió, él acariciara sus nalgas, sus pechos y se moverá con toda la pasión que para ese momento se encuentra en su punto pleno de ebullición.

En la “Perversión” Total:
Cuando usted sienta que él gime y jadea con toda su lujuria, vuelva girar, pero hacia su derecha, de tal manera que quede tendida de espaldas sobre el pecho de él, aquí usted debe tener las piernas estiradas y juntas, tal vez él no pueda moverse con toda la libertad que quisiera, pero no importa, usted simplemente apriete y afloje sus nalgas en un movimiento ordeñatorio, al tiempo que le pide que le acaricie el clítoris y los senos, sin duda alguna esto lo enloquecerá.
En la Mecedora de la Voluptuosidad
De pronto cambie su actitud y encogiendo sus piernas colóquese de rodillas, pero sin romper el contacto de sus sexos, déjese caer hacia atrás lo más que pueda y mueva sus caderas como péndulo de reloj, hacia adelante y hacía atrás, él debe sujetarla por los pechos y usted le acariciará los testículos mientras se sigue movimiento. También intente acariciarse la pucha para aumentar su propia excitación.

La “Diosa” Arrodillada.
Y finalmente cámbiele el panorama y ahora deje ir su cuerpo hacia adelante de tal manera que sus pechos queden entre las pantorrillas de él. Ahora los movimientos de su cadera deben ser de arriba a abajo metiendo y sacando el tolete de su vagina, esto le dará un doble placer al Virgo ya que independientemente de lo que esté gozando con esa rica limada.
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