Como hacerle el amor a una Leo

Si quieres a una mujer leo ten claro cuál es tu lugar. La leona se siente la reina de la sabana y nadie, aunque seas un hombre dominante, puede poner su mandato en tela de juicio. Tendrás que ceder ante su poder y aprender que esa es la única forma de aprovechar sus virtudes, que no son pocas.

Una chica leo es generosa, protectora, cariñosa, fogosa y atenta. Es cierto que tiene el ego un poco subido y que puede resultar un poco mandona, pero de ti depende que pase de ser una leona fiera a una gatita mansa y adorable.

No te atrevas a hacerla sentir mal o a decirle que está fea o que algo le sienta mal, se sentirá tremendamente herida, al igual que perderá motivación si estás días sin hablarle. Ella se mueve por motivaciones, empieza por dárselo todo y sacarás lo mejor de ella.

Una mujer leo tiene una noción de sí misma muy elevada no nos referimos a que piense que es la mujer más guapa del mundo, pero sí es cierto que tiene una imagen muy buena de sí misma.

Esto le hace sentir que cualquier hombre que acaba de entrar en su vida, debe fiarse de ella obligatoriamente desde el minuto 0. Se sienten terriblemente ofendidas si alguien duda de su fidelidad o de su honestidad, porque se conocen bien y saben que lo darían todo por las personas que son importantes en su vida. Para ellas la confianza es muy importante, así que no la marees para atraer su atención, porque la cosa acabará mal.

Entrégate sin medidas ni dudas, y disfrutarás de una maravillosa pareja que, desde luego, dejará su huella en ti, no pasará por tu vida como las demás. la mujer Leo te marcará, sí o sí.

Clave importante sobre como conquistar a una mujer leo: Escúchala Las mujeres leo son muy intensas, necesitan sentir con fuerza todo lo que hacen y que alguien escuche todo lo que tienen que decir.

No es que sean pesadas, es que tienen una vida interior equivalente a ocho personas o más. Realmente necesitan expresar lo que tienen dentro y que la entiendas, y que seas atento con ellas, así se sentirán protagonistas, y ese es el lugar idóneo para ellas, porque les encanta ser el centro de atención.

Si consigues hacerle ver que es importante para ti, se sentirá ilusionada y se empezará a enamorar de ti.

Domando a La Leoncita:

Para iniciar, usted debe saber que su leoncita es más vanidosa que cualquier mujer de otro signo, así que usted debe tratarla como a toda una reina. En la intimidad, ella debe sentir que en la mente de usted no existe ninguna otra que no sea ella. Así que comience por desnudarla lentamente, hablándole con mimos y elogios, usted tiene que ser tierno, pero sin dejar de ser viril y seguro de usted mismo, sus halagos hacia ella deben ser sinceros y originales ya que la Leo admira a los hombres inteligentes.

Incitando a La Cachorrita:

Ya que la tenga desnuda, recuéstela en la cama boca abajo y comience por darle un delicioso masaje, comience por los hombros, la nuca, la espalda y llegue hasta la cintura, ponga especial énfasis en la espalda baja, acaricie con suavidad y al llegar a las nalgas esmere sus caricias sobre de estas y mientras las masajea dígale a su leoncita lo mucho que le gustan y lo más que las desea, para esos momentos ella estará más que dispuesta para lo que usted desee hacerle y le aseguro que encontrara en ella a una verdadera y ardiente amante.

Preparando El Apareamiento:

Ahora separe las nalgas de su leoncita con ambas manos y con determinación clave su lengua en esa deliciosa abertura que tiene frente a usted con la punta de su apéndice bucal recorra desde la punta del clítoris y siga hasta el fruncido cicirisco, ahí paladee uno a uno cada pliegue y luego vuelva a la carga. Después de varias lamidas clave su lengua en la vagina de ella y agítela con firmeza y determinación. Le aseguro que no escuchara gemidos, ni ronroneos, ni gruñiditos si no verdaderos rugidos de leona en celo.

Conociendo a La Reina de La Selva:

Coloque una almohada bajo el pubis de su leoncita de tal manera que su trasero quede completamente levantado hacia usted, no deje de lamer y chupar toda la ranura de aquel par de cachetes. De pronto, colóquese y enfile su reata hacia el ansiado túnel y de un firme y contundente empujón déjesela ir toda al tiempo que la sujeta de ambas nalgas y se las separa sobándoselas y apretándoselas. Recuéstese sobre de ella y mientras se mueve, bésele el cuello, los hombros y acaricie sus pechos, los resultados se verán de inmediato.

Sentando a La “Reina” en su Trono:

Cuando más desbordada la vea, záfese de su estuche y tiéndase de espaldas en la cama, pídale que se siente en el trono albergando en sus entrañas el cetro de la pasión. Ella accederá gustosa y prepárese porque ahora conocerá a la fiera en celo, desde ese momento su tierna “gatita” se convertirá en toda una leona y será la amante más complaciente y exigente que usted hubiera podido imaginar. Y para que ella no pierda la excitación, continúe acariciándola y elogiándola.

De Tu a Tu con La Nobleza:

Coloque tras de usted unas almohadas de tal manera que le permitan sentarse inclinado, sin dejar que ella se desmonte, pídale que estire sus piernas y sujétela de las nalgas para que los dos puedan moverse plenamente, ahora es cuando usted disfrutara de sus pechos los cuales debe chupar y besar con generosidad y es el momento en que los gruñidos y rugidos de ambos deben mezclarse en el apoteosis de la pasión desbordada.