Como hacerle el amor a una Cáncer
- wendymarzu
- 30 ago 2016
- 3 Min. de lectura

La mujer de Cáncer es emocional, se guía más por el corazón que por la cabeza. Su impulsividad emocional se ve compensada por una gran perspicacia e intuición que la llevan a tomar las decisiones con acierto. Sin embargo, su fuerza psicológica se resiente a causa de esa intensidad emocional.
La mujer Cáncer necesita dar y recibir muestras de cariño. Más tímida e introvertida de lo que pueda parecer, el contacto con el mundo sufre variaciones y a veces necesita encerrarse en sí misma. En todo momento se presenta como una figura acogedora en la que se puede confiar y pedir ayuda.
La Cáncer vive bajo la influencia de la luna, su carácter es variable. Los cambios de humor inexplicables son una constante en esta mujer con una sensibilidad fuera de lo común. Esa sensibilidad puede tornarse en susceptibilidad si no trabaja bien su autoestima, porque su tendencia es tomar demasiado en cuenta la opinión de los demás.
Tal vez por ese peligro de sentirse herida, la mujer Cáncer se presenta a veces como una persona misteriosa y caprichosa que en ocasiones desaparece en sí misma. Tampoco se le da bien mostrar sus sentimientos y siempre hay un reservado en su corazón para ella misma, donde nadie más puede entrar. Pero no se trata tanto de ocultar como de protegerse.

Consintiendo a la Reina:
Recuerde que la maternal Cáncer adora los mimos y la ternura, así que la defraude, comience por desnudarla con suavidad, primero una prenda y luego otra, sin dejar de halagar cada parte de su cuerpo que usted vaya descubriendo en ella. Luego recuéstela en la cama boca arriba y dele unos cuantos besos en la boca, en la frente, en las mejillas y finalmente deslícese hasta su vientre y deténgase en su ombligo, separe sus piernas y disfrute de la sabrosa papaya. Cuando vea que se ha mojado lo suficiente, gire su cuerpo y forme un exacto 69.
Dele su Mamilita a “La Muñeca”
Interrumpa bruscamente lo que esté haciendo y siéntese sobre el vientre de ella para colocar su pene entre sus pechos, los cuales ella deberá sujetar para unir entre sí, inicie el movimiento de empujar y recular, pídale que abra la boca y ensártele el chile, ella debe chupar cada vez que usted entre y salga de su boca, mientras lo hace elógiela, dígale que ese es su premio por ser tan buena y gentil con usted, de pronto detenga sus movimientos y cuando note que hace un puchero de sorpresa y desconcierto, vuelva a iniciar los movimientos de su cadera.

Mimando a “La Pequeña”
Como su pareja de Cáncer está recostada, usted tiéndase a un lado de ella y levántele ambas piernas, estas pueden estar juntas o separadas, luego acomode su reata en la entrada de la vagina y comience a moverse, al tiempo que le chupa el pecho que le quede más cerca mientras le acaricia el otro con la mano. Ahora tiene la alternativa de buscar la vagina o el chiquito, no tema buscar la ruta trasera ya que para ese momento su cáncer estará más que dispuesta a complacerlo.
Amamantando a “La Bebita”
Levántele la pierna que tenga más cerca de su cuerpo, sin desensartarla, no importa si la tiene clavada por el ano o por la vagina, de igual manera puede hacerlo, pásela por sobre sus hombros de tal manera que usted quede colocado entre los muslos de ella, comience a moverse, invítela a que le chupe las tetillas, usted mismo notará la expresión de gozo que se dibujara en el rostro de su pareja al mamar y recibir su dotación de garrote en cualquiera de sus agujeros.

Un Severo Castigo.
Cambie su actitud tierna y dulce por una severa y determinante, zafe su garrote y véala con atención, luego en actitud autoritaria pídale que se ponga a gatas en la cama, disfrute del panorama que le brindara ese carnoso trasero y luego propínele un par de nalgadas con firmeza pero sin dañar, luego dele unos besitos en la zona dañada, vuelva a nalgearla y luego a besarla, después de repetir el tratamiento tres o cuatro veces, ábrale las nalgas y chupe su culo, lengüetee su vagina y su chiquito tratando que su pareja goce hasta el delirio.
Castigo y Premio:
Arrodíllese detrás de ella y ensártela, muévase con violencia y firmeza, sujete sus nalgas y apriételas, sóbelas, acarícielas y luego azótelas, repita todos estos pasos alternándolos sin seguir una rutina determinada, pero sobre todo sin dejar de moverse, de igual manera puede acariciarle la espalda y la nuca para luego nalguearla, los muslos no deben ser olvidados. Pero si desea que ella llegue al orgasmo en este punto, centre sus caricias en el vientre de ella y háblele con ternura.

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