Cómo gozar con un Tauro
- wendymarzu
- 11 ago 2016
- 5 Min. de lectura
Usted debe saber que los Tauro, son personas que gustan de la buena mesa y las bebidas, de las cuales rápidamente aprende a paladear su sabor y gusto. Gustan del confort y la comodidad, pero cuando entran en actividad, difícilmente muestran cansancio, por eso necesitan largas horas de reposo y buen alimento, sólo así se mantendrán en forma.
El Tauro es un signo que un gran manantial de sexualidad, que se lanza tanto sobre los placeres del alma como los físicos. Buenos amantes y complacientes, no son precipitados y saben mantener la calma en el momento indicado, lo que siempre resulta una gran ventaja para ellos mismos.

Basta una palabra para definirlos: sensación. De esta manera, los Tauro son sumamente sensibles a los sabores, olores, sonidos, imágenes y caricias, cuando se encuentran en su elemento son incontenibles, lo mismo que el Toro de lidia.
El apasionado artista fílmico que estrecha a su dama murmurando intensamente: “¡Eres mía, sólo mía!”, debe ser indudablemente un Tauro, y probablemente debe tener a Venus en su signo para agregarse a su pasión. Su afán de posesión se extiende muy frecuentemente a su esposa o a su amante, lo que consideran suyo lo defienden con uñas y dientes, aunque para ello tengan que esperar pacientemente.
Se les puede considerar celosos, aunque no lo son de manera rotunda, ya que cuando algo no les funciona y saben que no van a obtener lo que esperan, prefieren la renunciación a una lucha estéril.

Los amantes Tauro serán pacientes, calurosos y determinados. Equilibrado pero egoísta; sentido práctico de razonamiento para lograr una vida cómoda. Odia el riesgo, los sobresaltos, aunque busca lo mejor y goza de los placeres como el que más. Al mismo nivel se encuentra en el terreno sexual; no se entrega plenamente, ya que no se da del mismo modo que desea recibir.
Los Tauro son poco recomendables como esposos, pues dejarán desatendida a su cónyuge para ir en busca de mujeres fáciles, con experiencia, que les hagan felices por cualquier medio, sobre todo que tengan lo suficiente tanto en el aspecto físico como en el afectivo, pero sobre todo en comprensión y colaboración para su inquieto espíritu sexual y pasional.
No ocurrirá nada de esto si la mujer que sea su esposa, no adopta una postura sumisa en la cama y se desvive por hacer feliz a su marido, esforzándose al máximo para satisfacer el desmesurado apetito sexual que él siente. Entonces logrará una fidelidad plena y una relación duradera y estable, aunque sólo sea por la comodidad y el sentido practico del Tauro que no vera ningún sentido en buscar algo que ya tiene en su propia casa.
Para Iniciar:
Si usted se le va a entregar a un Tauro, en la intimidad NO debe comportarse con sumisión, muéstrese agresiva esto es, béselo mucho en todo el rostro, el cuerpo, en el cuello de diferentes modos, con suavidad, con ternura, con pasión, con lujuria, pase su lengua por toda su piel mientras le acaricia los genitales que para ese momento ya estarán en su máxima expresión, eso lo enloquecerá.
El Beso Cachondo:
Para hacer feliz a un Tauro, lo más aconsejable es que siempre hagan el amor en una postura cómoda para él, ya que es medio flojo, así que, para activar su energía y su lujuria, recuéstelo en la cama y bese todo su cuerpo, pero no con la boca, sino con su pucha. Sí, utilice su otra boca para otorgarle esa caricia especial. Comience con sus piernas, recorra con sus labios vaginales sus pantorrillas, sus muslos, su vientre, su pecho, su mentón, su nariz, (recuerde que los Tauros aman los buenos olores y los excelentes sabores), su frente y finalmente deténgase sobre su boca y ahí frote con fuerza su vulva, con movimientos cadenciosos. Le aseguro que ambos gozarán hasta el delirio supremo.

Montando el toro.
¿Alguna vez ha visto un rodeo?… Aunque sea por televisión todas hemos visto como reparan los toros al ser montados. Se agitan con tanta fuerza que no los arredra el castigo que reciban, continúan reparando hasta que se deshacen de su jinete. Bueno, pues esta es una buena señal para que usted monte a su Tauro. Aunque perezoso el Tauro se agitara y reparara hasta lograr el orgasmo mutuo, seguramente se aferrara con fuerza a sus nalgas y la embestirá una y otra vez con toda su potencia. Usted puede colocarse en cuclillas sobre de él como si estuviera haciendo sentadillas, o de rodillas con los muslos al lado del cuerpo de su Tauro. Hágalo él se encargará del resto.
La de Pasión Indiferente:
Otra de las posturas preferidas del Tauro, es la de “ladito”, de a “cucharita” esto es, la mujer de espaldas a él empinando las nalgas y él embistiéndola mientras le acaricia los pechos. Esta postura les resulta sumamente cómoda y la pueden ejecutar por mucho tiempo, ya que el ritmo que dará a sus embestidas será pausado y delicioso. Usted puede incrementar el placer para ambos si coloca una de sus manos entre sus propios muslos y mientras se acaricia el clítoris le roza el pene.

La del Placer Total:
Al Tauro le gusta disfrutar con todos sus sentidos, así que esa es una gran ventaja para usted, si sabe como aprovechar esta circunstancia. Colocados los dos frente a frente recostados sobre sus costados pueden lograr un placer inolvidable. Usted debe tener las piernas recogidas como si fuera adoptar la postura fetal, él debe colocarse entre sus muslos, así él quedará sobre su costado izquierdo y usted sobre el derecho, ahora mientras ambos se mueven, se pueden besar en diferentes partes de su cuerpo, él gozara con la vista al verla disfrutar, paladeara el sabor de sus labios y de sus pechos, su tacto se regocijará al acariciarle los muslos y las nalgas. Usted puede corresponderle siguiendo aquel juego de: “Lo que hace la mano hace el de atrás”.
La de la Potencia del Toro:
En el apoteosis de la pasión, usted puede sujetarlo con sus piernas y brazos para levantarlo sobre su propio cuerpo, como si se dispusieran a realizar la postura del Misionero, sólo que ahora usted levantara sus piernas hasta colocarlas sobre los brazos de él que para ese momento estará tan excitado que hará un derroche de energías y podrá mantenerse limando por un buen rato, no obstante su búsqueda por la comodidad lo llevará a sentarse sobre sus talones y de esa manera embestir con mayor placer.
La de la Mecedora:
Si desea sorprenderlo y mostrarle que usted realmente es la mujer de su vida y la que más placer puede brindarle, aprovechando la postura anterior, impúlsese hacia adelante y pídale que él extienda sus piernas para quedar sentado. Él estará con las piernas estiradas y abiertas, usted sentada sobre su pene, pero rodeándolo con sus piernas, él puede sujetarla por las nalgas y ayudarla a moverse de manera ondulante y frotante, con toda seguridad disfrutaran por largo rato ya que para él será difícil alcanzar el orgasmo en corto tiempo.

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